¡Ay, el amor!
¿Y quién no ha estado enamorado alguna vez?
¿Quién no se ha sentido atrapado por los efluvios amorosos?
¿Quién no ha atravesado ese maravilloso estado de estupidez transitoria en algún momento de su vida?
¿Quién no ha atravesado ese maravilloso estado de estupidez transitoria en algún momento de su vida?
¡Ay, el amor!
Sentimiento divino que dota al alma de vida, ternura y pasión, que a quien lo padece encandila y enloquece y a quien le falta lo pretende.
¡Ay, el Amor!
Impresión que causa Gracia en el alma, expresión del romanticismo por antonomasia, sentimiento abstracto, el más elevado en su género.
¿Y cuántas cosas más se podrán decir sobre amor?
Y mira que hemos pasado años experimientando sus sensaciones, que a leyes naturales obedece.
Y mira que se han escrito cosas sobre él.
Y mira que llevamos tiempo liados con las cosas del amor.
Pero seguirán pasando los lustros, las décadas y los siglos y seguiremos sin evolucionar, tropezando una y otra vez con lo mismo.
Y es que, por muchas vueltas que le queramos dar, el corazón tiene razones que la razón no entiende, ni entenderá y contra eso nadie puede luchar.
By Myself