martes, 7 de agosto de 2012

Caballero de la noche, dueño de la luna y de mis sueños

Eres aquel ser que una vez se apareció en mis sueños,
un caballero de la noche, lleno de misterio.
Que ronda en los reflejos de mi espejo,
ese espejo que ha visto la sal triste que ha brotado de mi alma.

Una luna nos separa,
una esencia nos une.
Mientras yo duermo, vigilas mis sueños.
Eres Ángel caído que invades mis sentidos.

Pero rodeada de estos pensamientos,
que giran en la oscuridad de la noche
al cerrar mis ojos desvalidos y que recorren lentamente cada espacio de mi cuerpo húmedo me pregunto:

Quién eres tú para introducirme en mis más líbidos sueños?
Quién eres tú para lograr despertar mis más ardientes deseos?
Quién eres tú, que desde tan lejos, puedes despertar estos sentimientos?

Eres el caballero de la noche, dueño de la oscuridad.
Eres el lado oscuro de mi luna, que te sigue con curiosidad.
Eres ese vampiro que soñé lleno de sed que seduce a su presa con astucia,
hasta que esta cae y te ofrece a voluntad en tus manos la vida a la que renuncia.

Eres la manzana prohibida que deseo morder,
sin importar que me exoneren del paraíso.
El chocolate derretido que deseo lamer,
sobre ese cuerpo cálido que deseo tener.

Eres el caballero de la noche.
Eres un tatuaje a medio cuerpo, a media luz, a media sombra.
Una mordida en el cuello, fuerte, sublime, dolorosa y sensual.
Un atuendo negro con el que caminas por el espacio sideral,
con el que cruzas el sol y la luna en un eclipse celestial.

Eres mi caballero de la noche,
con el que quiero tomar el don oscuro.
Eres mi caballero de la noche,
y aunque la distancia sea grande, el tiempo se detiene un segundo,
en ese segundo atravesamos el mundo,
y somos sólo tú y yo, conjungando nuestros versos en un sublime sueño.