martes, 27 de diciembre de 2011

Mentiras piadosas

Cuando le dije que la pasión por definición no puede durar,
cómo iba yo a saber que ella se iba a echar a llorar?
"No seas absurdo!" - me regañó-, "esa explicación nadie te la pidió
así que guárdatela, me pone enferma tanta sinceridad".

Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir
que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.


Yo le quería decir que el azar se parece al deseo
que un beso es sólo un asalto y la cama es un ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Yo le quería decir la verdad por amarga que fuera.
Contarle que el universo era más ancho que sus caderas.
Le dibujaba un mundo real no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar mentiras piadosas.

Y las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Y cuando por la quinta cerveza le hablé de esa chica
que me hizo perder la cabeza estalló,
"Vas a callarte de una vez, por favor?"


Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir
que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor.


sábado, 24 de diciembre de 2011

Mágica Navidad

Hay personas que no creen en la Navidad y no lo entiendo porque a mí me encanta, aunque reconozco que de unos años a esta parte no la vivo con la misma intensidad que antes. Pero hoy me ha ocurrido algo tan maravilloso que no doy crédito y ha hecho que vuelva a sentir lo mágico de esta época. Porque mira que tenía otras alternativas, porque podía haberse dado cualquier otra circunstancia, pero no, finalmente se han sucedido las cosas de tal manera, que sin quererlo, parece que alguien me haya cogido de la mano y me haya guiado para encontrarme de cara con un precioso angelito. Y aunque estoy muy triste y aunque pueda resultar contradictorio, en este preciso instante me siento muy feliz, pero tan feliz que no encuentro las palabras adecuadas para expresarlo.