
Preferimos quedarnos 'infelizmente' anclados donde estamos, acogiéndonos, consciente o inconscientemente, a la ley del mínimo esfuerzo antes que ponernos en movimiento.
Realmente es triste, muy triste, pero tampoco hacemos nada por cambiarlo aunque luego bien que nos lamentamos y quejamos, eso sí, desde nuestra confortable parcelita, por supuesto!
2 comentarios:
Pues sí, te doy la razón. A veces, quizá demasiadas, somos así.
saludos.
Hacemos y deshacemos, hasta intentamos arreglar el mundo, pero siempre 'de boquilla' porque luego somos incapaces de movernos para cambiar aspectos más banales de nuestra vida.
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